Antimicóticos


Los antimicóticos, una subcategoría de ingredientes farmacéuticos activos (API), son esenciales en el tratamiento de diversas infecciones por hongos. Estos poderosos medicamentos atacan y eliminan hongos dañinos que pueden causar infecciones en humanos.

Los antimicóticos se clasifican en dos tipos principales: sistémicos y tópicos. Los antimicóticos sistémicos se administran por vía oral o intravenosa y funcionan circulando por todo el cuerpo, tratando infecciones fúngicas sistémicas que afectan los órganos internos o se diseminan por el torrente sanguíneo. Por otro lado, los antimicóticos tópicos se aplican de forma externa para tratar infecciones fúngicas localizadas como el pie de atleta o las candidiasis.

La eficacia de los antimicóticos radica en su capacidad para alterar las membranas celulares de los hongos, inhibir la síntesis de ADN o proteínas de los hongos o interferir con los procesos metabólicos esenciales específicos de los hongos. Esta acción dirigida minimiza el daño a las células humanas, lo que hace que estos medicamentos sean relativamente seguros para los pacientes.

Los antimicóticos comúnmente recetados incluyen azoles, polienos, alilaminas y equinocandinas. Los azoles inhiben la síntesis de ergosterol, un componente vital de las membranas celulares de los hongos, mientras que los polienos se unen al ergosterol, lo que resulta en la formación de poros que conducen a la muerte celular. Las alilaminas interrumpen la síntesis de ergosterol e inhiben la actividad de la escualeno epoxidasa, una enzima implicada en la producción de ergosterol. Las equinocandinas se dirigen a la síntesis de β-(1,3)-D-glucano, un componente esencial de la pared celular de los hongos.

Los antimicóticos desempeñan un papel crucial en el tratamiento de las infecciones por hongos, ofreciendo alivio a los pacientes y ayudando en su recuperación. Como ocurre con cualquier medicamento, es importante seguir las indicaciones de los profesionales de la salud con respecto a la dosis, la duración del tratamiento y los posibles efectos secundarios para garantizar resultados terapéuticos óptimos.

NombreNúmero del CAS
Aciclovir59277-89-3
Amorolfina
Anfotericina B1397-89-3
Anidulafungina166663-25-8
Bifonazol60628-96-8
Butenafine101828-21-1
Butoconazol64872-76-0
Caspofungina162808-62-0
Econazol27220-47-9
Efinaconazol164650-44-6
El fluconazol86386-73-4
Flucitosina2022-85-7
Flutrimazol
Etanolato de fosravuconazol L-lisina182760-06-1
Isavuconazol241479-67-4
isavuconazonio742049-41-8
Sulfato de isavuconazonio960404-48-2
Isoconazol27523-40-6
Nitrato de isoconazol
El itraconazol84625-61-6
Ketoconazol65277-42-1
Micafungina235114-32-6
Miconazol22916-47-8
Naftifina65472-88-0
Natamicina7681-93-8
Nistatina1400-61-9
oteseconazol1340593-59-0
Oxiconazol64211-45-6
Posaconazol171228-49-2
Ravuconazol182760-06-1
Sulfuro de selenio7488-56-4
Sulconazol61318-90-9
Terbinafina91161-71-6
Terconazol67915-31-5
Tioconazol65899-73-2
Tolnaftate2398-96-1
El voriconazol137234-62-9