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Inhibidores de DPP4

Los inhibidores de la DPP4, o inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4, pertenecen a la subcategoría de ingredientes activos farmacéuticos conocidos por su papel terapéutico en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. Estos inhibidores actúan dirigiéndose e inhibiendo la acción de la enzima dipeptidil peptidasa-4 (DPP4) en el cuerpo.

DPP4 es responsable de descomponer las hormonas incretinas, como el péptido 1 similar al glucagón (GLP-1) y el polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP). Al inhibir la DPP4, los inhibidores de DPP4 mejoran los niveles y la actividad de estas hormonas. GLP-1 y GIP desempeñan funciones cruciales en la regulación de los niveles de azúcar en sangre al estimular la liberación de insulina, inhibir la secreción de glucagón y ralentizar el vaciado gástrico.

La principal ventaja de los inhibidores de DPP4 es su capacidad para mejorar el control glucémico sin riesgo de hipoglucemia, que es un efecto secundario común de algunos otros medicamentos para la diabetes. Por lo general, se utilizan como terapia complementaria en combinación con otros agentes antidiabéticos, como la metformina, para lograr un control óptimo de la glucosa.

Los inhibidores de DPP4 comúnmente recetados incluyen sitagliptina, saxagliptina, linagliptina y alogliptina. Estos medicamentos están disponibles en formulaciones de tabletas orales, lo que permite una administración conveniente. Han demostrado eficacia para reducir los niveles de HbA1c y tienen un perfil de seguridad favorable.

Es importante tener en cuenta que los inhibidores de DPP4 no son adecuados para personas con diabetes tipo 1 o con antecedentes de pancreatitis. Como ocurre con cualquier medicamento, puede haber posibles efectos secundarios, como infecciones del tracto respiratorio superior, dolor de cabeza y malestar gastrointestinal, que deben comentarse con un profesional de la salud.

En conclusión, los inhibidores de DPP4 son una subcategoría de API farmacéuticos que actúan inhibiendo la enzima DPP4, mejorando así los efectos de las hormonas incretinas implicadas en la regulación de la glucosa. Se utilizan ampliamente en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 y ofrecen beneficios de control glucémico con un riesgo reducido de hipoglucemia.